Se reparan o remodelan los defectos propios de la nariz. El objetivo principal de este procedimiento es buscar una armonía facial.
Duración:
Este procedimiento dura aproximadamente 2 horas.
Anestesia:
Se administra una anestesia general para dormir completamente al paciente. También puede emplearse una sedación vía intravenosa combinada con anestesia local. Necesidad de hospitalización: Depende de la decisión que tome el médico asignado al paciente.
Riesgos: Entre los riesgos habrá que incluir aquellos comunes a cualquier cirugía: el sangrado, la infección y los hematomas; los propios de la anestesia: reacciones a los medicamentos y problemas respiratorios. Además, después de la cirugía es posible que aparezcan puntos rojos diminutos sobre la superficie de la piel, fruto de la rotura de los pequeños vasos sanguíneos.
Recuperación:
El paciente puede volver a trabajar en tan sólo unos días. Deberá evitarse cualquier contacto físico de la zona de la cara durante aproximadamente tres o cuatro semanas. Las cicatrices madurarán y se alisarán en un plazo de tres meses a dos años después de la operación, dependiendo de la recuperación de cada individuo.
Resultados:
Conseguimos que la nariz se adapte a las facciones y características propias de cada persona.